Hoy es el aniversario de esta quesería que cumple 30 años, y nos hemos trasladado hasta el pueblo Santa María del Campo Rus, Cuenca, para celebrar con ellos este día. Como ya hemos dicho nació hace 30 años como quesería, pero realmente esta aventura parte de la mano de Elvira la Pastora y Clótido ( abuelos de la actual propiedad) y Eleuterio y Concha ( padres ), ellos eran ganaderos, dos generaciones dedicadas a la leche de la oveja manchega hasta que los ocho hijos de estos últimos decidieron montar la quesería de la que a día de hoy llevan las riendas de este negocio familiar, que han conseguido llevar a buen puerto teniendo por bandera sus máximas; Pasión, Determinación y Paciencia.
Eleuterio y Enriqueta son socios y apoyo para el resto de sus hermanos, que desde la quesería trabajan muy duro a diario; Javier es la persona más visible ya que se encarga de la comercialización de los quesos, Andrés se encarga de la ganadería, Jesús de la alimentación del ganado, José se encarga de transportar la leche desde la granja hasta la fábrica, donde le esperan Salvador y Clótido para la elaboración los quesos.
En estos tiempos que preferimos ruidos y agobios de la ciudad hay que alabar la decisión de quedarse y hacer lo que aprendieron de sus padres. La leche es integramente de su rebaño de unas 900 cabezas de oveja de raza manchega, que pastorean y miman para obtener una leche de una calidad excepcional en sus dos ordeños diarios y que después transforman en los quesos manchegos de leche cruda más galardonados, tanto en los Premios Gran Selección-Alimentos de Castilla la Mancha, como en concursos como el Gourmet, o el World Cheese Awards. Además no paran de sorprendernos con sus quesos ya que siempre andan innovando y sacando nuevos productos como son su manchego con azafrán y con ajo negro.
Lo que más caracteriza a los quesos de esta quesería es la elegancia y finura en boca, de los que podemos comer y comer sin que nuestro paladar se canse, además poseen un aroma que te hace viajar a la infancia siendo de los pocos quesos manchegos que huelen por fuera.
Por otros 30 AÑOS más de trabajo bien hecho llevando a las casas el sabor de lo auténtico, aunque cabe destacar lo más grande que tiene está quesería, que es el alma de cada una de las personas que hacen este manjar y de la que dejan un poquito de ella en cada queso.
Como dijo Aristóteles; “Somos lo que hacemos día a día de modo que la excelencia no es un acto sino un hábito”