El Queso es paisaje y el paisaje Queso, no tienen sentido el uno sin el otro, pues se nutren de forma natural. Zalamero es queso y paisaje, el que divisamos en una finca ganadera y agrícola situada en el corazón de la Mancha, donde trabajan desde hace décadas aprovechando los recursos que nos da la naturaleza.
Tomillo, romero y mejorana junto a encinas, sabinas y cultivos dibujan el paisaje que alimenta las 1300 ovejas de raza Manchega en continuo pastoreo, el cual sólo se interrumpe por la nieve que les visita algún invierno.La comarca del Campo de Montiel proporciona los recursos necesarios para desarrollar una actividad que, desde el neolítico, lleva moldeando el territorio y nos permite saborear un queso que representa el valor de la naturaleza en estado puro. El equipo humano que forma este proyecto elabora de forma artesanal y con sumo cariño Zalamero, siendo consciente de la riqueza que atesora el campo y la importancia de su mantenimiento. De modo, que cree firmemente, en que con este Queso ayuda a mantener una tradición y la riqueza del entorno. Tomás y Mari Carmen (Maestra quesera) consiguen que Zalamero represente como nadie el Queso Manchego Artesano, ver el mimo, la dedicación que está Maestra quesera le presta a sus criaturas es digno de ver, ya que cuida y disfruta de cada detalle, cada proceso. Estando a su lado te das cuenta de lo poco que hace falta para ser feliz, si lo que haces en esta vida es con lo que realmente disfrutas.
Zalamero es un queso de oveja manchega, elaborado con leche cruda y cuajo animal. Con más de 6 meses de maduración, su textura es agradable, poco granulosa y fundente, con una ácidez característica, sabor láctico y notas de aromáticas que varían dependiendo de la época del año, dado que la alimentación es totalmente natural. Este queso madura en cámara con la corteza cubierta por la flora bacteriana que nace de manera natural y que desarrolla aromas de champinion muy limpios y característicos que se modifican cuando es lavada con aceite de oliva virgen extra de la propia finca.La corteza es natural y coméstible. Es buen compañero de viaje de vinos tintos con algo de criaza y tambien se disfruta con Finos y Manzanillas.